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domingo, 30 de marzo de 2014

Dios te bendiga

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Oración a San Miguel Arcángel para pedir protección contra todo mal

San Miguel Arcángel Oraciones y LetaniasOración original a San Miguel para ser realizada sosteniendo un crucifijo en alto
(“Levanta el Crucifijo y reza esta oración con la señal de la cruz. Has esto en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Tú vencerás… Reza esta oración todos lo días, ya que la batalla es enorme…”)
Oh Glorioso príncipe de la Hueste Celestial, San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla y en el terrible combate que estamos librando contra los principados y Potestades del aire, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, en contra de todos los Espíritus del Mal. Ven en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho a su imagen y semejanza, y redimido por un gran precio, de la tiranía de Satanás.
Pelea en este día la batalla del Señor, junto con los santos ángeles, igual que combatiste al líder de los orgullosos ángeles, Lucifer, y a su hueste apóstata, quienes no tuvieron poder para resistirte y tampoco hubo ya lugar para ellos en el cielo. Esa cruel serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que seduce al mundo entero, fue arrojada al abismo junto con sus ángeles. Mira, este enemigo primitivo y asesino del hombre ha tomado fuerza. Transformado en un ángel de luz, anda alrededor del mundo con una multitud de espíritus perversos, invadiendo la tierra para borrar el nombre de Dios y de Jesucristo, apoderarse, asesinar y arrojar a la eterna perdición de las almas destinadas a la corona de la gloria eterna. Este malvado dragón vierte, como la inundación más impura, el veneno de su malicia en los hombres de mente depravada y corrupto corazón; el espíritu de mentira de impiedad, de blasfemia, y de aire pestilente de impureza, y de todo vicio e iniquidad.
Estos astutos enemigos han llenado y embriagado con hiel y amargura esta Iglesia, la esposa del Inmaculado Cordero, y han puesto sus manos impías en sus más sagradas posesiones. En el Santo Lugar, en donde la sede de San Pedro y el asiento de la verdad han sido colocados como la luz del mundo, ellos han levantado el trono de su abominable impiedad, con el designio inicuo de que cuando el Pastor sea herido, también las ovejas pueden ser heridas.
Entonces levántate, oh Príncipe invencible, dale ayuda al pueblo de Dios en contra de los ataques de los espíritus perdidos. Dale la victoria al pueblo de Dios: Ellos te veneran como su protector y patrón; en ti la gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa contra el maligno poder del infierno; a ti te ha confiado Dios las almas de los hombres para ser establecida en bienaventuranzas celestiales. Ora al Dios de la paz, para que ponga a Satanás bajo nuestros píes, derrotado para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio y lastimar a la Iglesia. Ofrece nuestras oraciones a la vista del Altísimo, para que pronto pueda encontrar misericordia a los ojos del señor; y venciendo al dragón la antigua serpiente que es el diablo y Satanás, tú nuevamente lo pongas cautivo en al abismo, para que no pueda ya más seducir a las naciones.
Amén.
L: Miren la Cruz del Señor; y sean dispersos los poderes enemigos.
R: El León de la tribu de Judá ha conquistado la raíz de David.
L: Qué tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor.
R: Así como hemos tenido esperanza en Ti.
L: Oh Señor, escucha nuestra oración.
R: Y deja que mi llanto llegue a Ti.
L: Oremos
Oh Dios, Padre nuestro, señor Jesucristo, invocamos a tu Santo Nombre, y suplicantes imploramos tu clemencia, para que por la intercesión de la siempre Virgen María, Inmaculada Madre nuestra, y por el glorioso San Miguel Arcángel, Tú te dignes ayudarnos contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos, que andan por el mundo para hacer daño a la raza humana y para arruinar a las almas.
Amén.
Fuente: Libro de la Devoción a la preciosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

21 listas de cosas que todo católico debe saber

21 listas de cosas que todo católico debe saber
Hay cosas que todo católico debe saber. No tanto por discurso o argumentación, más bien porque deben ser vividas. Más por formación que por instrucción.
No me resulta extraño que alguien se atore, o que dude en la formulación precisa. Pero saberlas, hay que saberlas. Simplemente con la práctica de vida cristiana cualquier católico adulto las debería decir de carrerilla. ¿Te atreves hacer el test? No sería mal propósito acabar el Año de la Fe: la memoria refrescada.
  • Las 3 Personas de la Santísima Trinidad
  • Los 7 Sacramentos
  • Los 10 Mandamientos
  • Las 7 Obras de Misericordia Espirituales
  • Las 7 Obras de Misericordia Corporales
  • Las 4 Virtudes Cardinales
  • Los 7 Pecados Capitales y las 7 Virtudes contrarias
  • Los 5 Mandamientos de la Iglesia
  • Los 7 Dones del Espíritu Santo
  • Las 5 Condiciones para hacer una buena Confesión
  • Los 4 Novísimos
  • Los 12 Apóstoles
  • Los 4 Evangelistas
  • Las 8 Bienaventuranzas
  • Las 14 Estaciones del Vía Crucis
  • Los 20 Misterios del Santo Rosario
  • Las 3 Virtudes Teologales
  • Las 3 Condiciones del Pecado Mortal
  • Las 7 Palabras de Cristo en la Cruz
  • Los 3 Consejos Evangélicos
  • Las 4 Notas (Marcas) de la Iglesia
¿Qué tal el resultado?¿Añadirías otra? Saca propósitos

http://infocatolica.com/blog/delapsis.php/1311200746-21-listas-de-cosas-que-todo-c#more22180

11 reglas que tus hijos NO aprenderán en el colegio

Discurso de Bill Gates: Las 11 Reglas de la Vida que tus Hijos no Aprenderán en el Colegio
Bill Gates volvió recientemente a su antiguo instituto a dar un discurso a los alumnos, y entre todas las cosas que les dijo recalcó 11 reglas de vida para que tuvieran en cuenta los chicos:
Regla Uno - La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
Regla Dos - Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
Regla Tres - No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido de la escuela, y no serás el vicepresidente de una empresa, con coche gratis, hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho.
Regla Cuatro - Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
Regla Cinco - Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
Regla Seis - Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.
Regla Siete - Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como lo son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, lavar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo “super” que eres y lo pesados que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes, contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y closet.
Regla Ocho - En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesitas para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
Regla Nueve - La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
Regla Diez - La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
Regla Once - Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

martes, 18 de febrero de 2014

IRRADIANDO A CRISTO

Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mia.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!
Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesus, vendrá toda de Tí, nada de ella sera mia;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.
Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Tí.
Amen.

viernes, 31 de enero de 2014

Joven sacerdote conmueve redes sociales con carta que dirigió al Papa Francisco antes de morir

P. Fabrizio de Michino +
P. Fabrizio de Michino +
ROMA,  (ACI/EWTN Noticias).- Un joven sacerdote conmueve en estos días a las redes sociales con la carta que dirigió al Papa Francisco antes de morir el pasado 1 de enero, solemnidad de María Madre de Dios, a causa de un tumor que hizo metástasis en el hígado y en el bazo. Quienes lo conocen afirma que el presbítero enfrentó siempre con alegría el sufrimiento, que ofrecía siempre por la Iglesia y el Santo Padre.
Según informa Aleteia, el Padre Fabrizio de Michino nació en Nápoles el 8 de septiembre de 1982. Casi tres mil personas se reunieron en Ponticelli para despedirlo en la Basílica de Nuestra Señora de la Nieve, donde era vice-párroco a sus 31 años.
El sacerdote falleció en su casa en donde siempre se le vio con “una sonrisa y una palabra de consuelo para los parientes y amigos que estuvieron a su lado hasta el último suspiro”.
A continuación la carta del fallecido sacerdote publicada en español por Aleteia:
“A Su Santidad el Papa Francisco
Santo Padre,
En las oraciones diarias que dirijo a Dios, no dejo de rezar por usted y por el ministerio que el Señor mismo Le ha confiado, para que pueda darle siempre fuerza y alegría para continuar anunciando la bella noticia del Evangelio.
Me llamo Fabricio De Michino y soy un sacerdote joven de la diócesis de Nápoles. Tengo 31 años y hace cinco que soy sacerdote. Desarrollo mi servicio en el Seminario Arzobispal de Nápoles como educados del grupo de diáconos, y en una parroquia en Ponticelli, que se encuentra en la periferia de Nápoles. La parroquia, recordando el milagro sucedido en la colina Esquilino, recibe el nombre de la Señora de las Nieves y en 2014 celebrará el primer centenario de la Coronación de la estatua de madera del 1500, muy querida para todos sus habitantes.
Ponticelli es un barrio degradado por su pobreza y alta criminalidad, pero cada día descubro verdaderamente la belleza de ver lo que el Señor realiza en estas personas que se fían de Dios y de la Virgen.
También yo, desde que estoy en esta parroquia he podido ampliar cada vez más mi amor confiado hacia la Madre Celeste, experimentando también en las dificultades, su cercanía y protección. Por desgracia, hace tres años que me encuentro peleando contra una enfermedad rara: un tumor justo en el interior del corazón y desde hace algún mes, con metástasis en el hígado y en el bazo. En estos años nada fáciles, sin embargo, nunca he perdido la alegría de ser anunciador del Evangelio. También en el cansancio percibo, verdaderamente, esta fuerza que no viene de mí sino de Dios que me permite desarrollar con sencillez mi ministerio. Hay una cita bíblica que me está acompañando y me infunde confianza en la fuerza del Señor, es la de Ezequiel: “Os daré un corazón nuevo, meteré dentro de vosotros un Espíritu nuevo, arrancaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne” (Ez 36, 26).
En este tiempo ha sido muy cercana la presencia de mi obispo, el card. Crescenzio Sepe, que me apoya contantemente, aunque a veces me dice que descanse para no cansarme demasiado.
Agradezco a Dios también por mis familiares y mis amigos sacerdotes que me ayudan y sostienen sobre todo cuando hago las distintas terapias, compartiendo conmigo los diversos momentos de inevitable sufrimiento. También mis médicos me apoyan muchísimo y hacen lo imposible para encontrar los tratamientos adecuados para mí.
Santo Padre,
Me estoy alargando demasiado, pero solo quiero decirle que ofrezco al Señor todo esto por el bien de la Iglesia y por Usted de un modo especial, para que el Señor le bendiga siempre y le acompañe en este ministerio de servicio y amor.
Le ruego que me añada a sus oraciones: lo que le pido todos los días al Señor es hacer su voluntad, siempre y en todas partes. A menudo, es verdad, no le pido a Dios mi curación, sino la fuerza y la alegría de continuar siendo un testimonio verdadero de su amor y un sacerdote según su corazón.
Seguro de sus paternales oraciones, le saludo devotamente.
Don Fabrizio De Michino”.

15 consejos finales del Padre Loring para jóvenes sacerdotes




El pasado 25 de enero se celebró una Eucaristía en sufragio por el alma del padre Jorge Loring, SJ. Se celebró en la Iglesia Santiago Apóstol de la ciudad de Cádiz (España), al cumplirse un mes de su fallecimiento.

El padre José Antonio Medina Pellegrini, presidió la celebración y comentó en la homilía las 15 normas que han orientado la vida sacerdotal del Padre Loring, y que así las dio a conocer al cumplir los 90 años titulándolas: “Consejos a un joven sacerdote`.

Transcribimos la homilía íntegra:

«Queridos hermanos: hace un mes, en el día de Navidad, partía hacia la casa del Padre Celestial, nuestro querido padre Jorge Loring. Por eso esta Misa a un mes de su partida, y es nuestro deseo y nuestra ilusión -por lo menos hasta que se cumple un año-, cada 25 encontrarnos en torno al altar para elevar nuestra oración, nuestra plegaria por él.

»Y esto es, estrictamente, un acto de justicia, y por supuesto, un acto de caridad, porque es la manera de decirle gracias por tanto bien que le ha hecho a este pueblo, a esta ciudad, y a tantos hermanos que en distintos lugares del mundo, a través de sus libros y de su presencia, les llegó el mensaje de Jesucristo.
La Escritura nos dice que hay una oración que agrada especialmente a Dios, que toca lo más profundo de su corazón, y es la oración por nuestros difuntos. Porque encierra esto que venimos diciendo, la gratitud, el reconocimiento, la justicia y también manifiesta la esperanza certera de que con la muerte nada termina, sino que con la muerte empieza esa vida futura, mejor y más justa, “que Dios ha preparado para aquellos que le aman” (Cf. 1 Cor 32,9).

»Pensaba, rezaba, ¿qué compartirles en esta Misa al mes de la partida del padre Loring? Y pensé, y recé, ¿qué mejor que reseñar cuál fue la clave de su sacerdocio, de esta fidelidad de casi 60 años de vida sacerdotal?

»Buscando entre sus escritos encontré un texto maravilloso. Un texto que escribió cuando cumplió 90 años, pensando en los sacerdotes jóvenes, y que él tituló: “Consejos a un joven sacerdote”. 

»Son 15 y los voy a leer literalmente. Yo les pido que los vayan escuchando, y al escucharlos, vayamos haciendo un retrato de su alma sacerdotal. Porque, en definitiva, lo que aquí aconsejaba a un joven sacerdote, es un proyecto ya vivido por él de entrega y fidelidad a Nuestro Señor. Y nos vamos a encontrar con esa pluma decidida, vehemente, fundamentada en la certeza. Él tuvo muy claro que “era un hombre sacado de entre los hombres para las cosas que miran a Dios” (Cf. Heb 5,11). Escuchamos al padre Loring.


»Al cumplir los noventa años deseo informarte, joven sacerdote, de algunas normas que han orientado mi vida:

1.- Me ordené a los 33 años, he cumplido los 90 y no me he arrepentido ni un minuto. Elegí bien. Si volviera a nacer elegiría lo mismo. 

2.- Valora tu vocación. El sacerdote es el mayor bienhechor de la humanidad, pues sólo él puede dar la vida eterna.

3.- La autoestima es razonable; pero la vanidad, no. Ignorar los dones recibidos de Dios es ingratitud; pero envanecerse de ellos es ridículo, pues Dios pudo habérselos dado a otro y no a ti. Ya dijo San Pablo: ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si los has recibido, ¿de qué te engríes?

4.- Procura tener una buena cultura, sobre todo en las materias afines al sacerdocio. Pero no olvides que la virtud es más importante que la cultura. El Cura de Ars, con poca cultura, ha salvado más almas que muchos sacerdotes muy cultos.

5.- El tiempo es para evangelizar, estudiar y orar. Nada más. Descansar sólo lo indispensable.

6.- Cuida tu salud para estar apto a las exigencias de la evangelización.

7.- Cuida tu imagen; no por vanidad mundana, sino para ayudar a que reciban tu mensaje. Si resultas repelente, el rechazo a tu persona arrastrará el rechazo a tu mensaje.

8.- Es posible que alguna mujer se enamore de ti. Recházala con caridad, pero con firmeza. No te creas invencible. Todos podemos perder la cabeza. No serías el primero ni el último. Sé humilde y toma precauciones. 

9.- La codicia es peor que la lujuria. El dinero hace falta para evangelizar. Muchos instrumentos de evangelización cuestan dinero. Pero el apego al dinero puede apartarnos de Dios. 

10.- Sé fiel al MAGISTERIO OFICIAL DE LA IGLESIA. Debemos dejarnos conducir por quien Dios ha puesto al timón de la Iglesia, y no por las opiniones de un marinero de cubierta.

11.- Debemos procurar ser “otros Cristos” en la tierra: pasar haciendo el bien. Que todo el que se acerque a nosotros se aleje mejorado espiritualmente.

12.- Y por supuesto, atiende a todos siempre con buena cara. Que nunca nadie pueda considerar que no lo has atendido bien.

13.- Cuida mucho los juicios que emites de otros. Alguna persona se apartó de la Iglesia por lo que dijo de ella un sacerdote. Hay que combatir el error, pero sin despreciar a la persona equivocada. 

14.- Si te equivocas, reconócelo; y pide perdón si alguien se ha sentido herido por tu culpa.La soberbia en un sacerdote es funesta. La humildad resulta atractiva. 
15.- Que se te vea piadoso. Trata a la Eucaristía con todo respeto y devoción. El P. Ángel Peña, agustino recoleto, tiene un bonito libro titulado SACERDOTE PARA SIEMPRE, que termina con este consejo: ‘Sacerdote, celebra tu misa, como si fuera tu primera misa, como si fuera tu última misa, como si fuera tu única misa’.

»¿Hace falta decir algo más? Aquí está el alma de un santo sacerdote. Aquí está reflejada, en pinceladas muy concretas, la vivencia –como nos decía nuestro Obispo en la Misa Funeral del padre Loring, y lo reafirma su autoridad-, de un hombre de Dios. Ésta es la clave de la santidad sacerdotal. Y por eso, ese punto uno, ya no teniéndolo físicamente entre nosotros se convierte en un ejemplo infinito y admirable: “Me ordené a los 33 años, he cumplido los 90 y no me he arrepentido ni un minuto. Elegí bien. Si volviera a nacer elegiría lo mismo”.

»Y hoy pensaba, voy a leer esto, pero… ¿cómo termino la homilía? He estado todo el día con las Carmelitas Descalzas dándoles un curso de formación y cuando me retiro la Madre Superiora me regala la estampa de recuerdo del padre Loring de sus 50 años como sacerdote (y aquí está el broche de oro de la homilía). Miren lo que le dijo a Jesús en esa Misa por sus 50 años el 15 de julio de 2004: “Jesucristo me ha ungido sacerdote para repartir Su Cuerpo, Su Palabra y Su Perdón”.

»Entonces en esta Eucaristía le decimos: ¡Gracias padre Jorge Loring, por todo lo que nos has enseñado, por todo lo que nos diste! Que ahora junto al Padre el Señor te dé el descanso eterno y que brille para ti la luz que no tiene fin. Que así sea»

sábado, 30 de noviembre de 2013

¿Quieres casarte conmigo?


"¿Quieres casarte conmigo?" 5 puntos a analizar antes de dar el sí












¿Te has puesto a pensar si estás lista para dar el sí ante una propuesta matrimonial? ¿Estás consiente de que es el inicio de un compromiso muy serio? Este artículo te brinda una guía al respecto.

En la actualidad muchos matrimonios jóvenes fracasan. Con todo, la mayoría de mujeres soñamos con el momento en el que un hombre nos pregunte: “¿Quieres casarte conmigo?”. Muchas, al escuchar la frase, de inmediato damos el sí, como sucede en muchas películas y telenovelas. Sin embargo, la respuesta a semejante cuestionamiento debe tomarse muy en serio, ya que contraer matrimonio conlleva una gran responsabilidad que nunca debe tomarse a la ligera.


Es triste ver la cantidad de divorcios que enfrenta nuestra sociedad. Por eso, antes de dar el sí, es necesario hacerse algunas preguntas, a fin de que el sueño no quede en una maravillosa fiesta de bodas en la que, es cierto, parecemos princesas de cuento de hadas; sino que el cuento termine en un “vivieron felices para siempre”, porque el matrimonio debe ser para toda la vida.



La realidad es que el futuro es incierto, y nadie puede asegurarte un matrimonio exitoso, pero te puedo mencionar cinco aspectos que pueden resultarte útiles si los consideras antes de tomar esa decisión que sin duda cambiará tu vida por completo:

  • 1. Un noviazgo largo y formal.Te permitirá conocer a fondo a tu pareja. En el compartir sabrás la reacción que tendrá tu novio ante las diversas circunstancias que nos presenta la vida. Un noviazgo largo asimismo te va a permitir dar respuesta a algunas inquietudes, tales como:
    • ¿Cómo reacciona tu novio en momentos de enojo, de frustración o con niveles altos de estrés?
    • ¿Cómo trata a su familia?
    • ¿Cómo reacciona si tienes un problema y te sientes triste, te apoya o te abandona?
    • ¿Es una persona trabajadora y esforzada?
    • ¿Se ha superado con los años?
    • ¿Se controla al sentir celos?
(Por mencionar algunas: conocer a una persona abarca más puntos que los mencionados).
  • 2. Compartir ideales. Antes de comenzar una vida en pareja deben conversar acerca de los planes a futuro. Para que un matrimonio funcione, se requiere de tiempo para compartir. Por eso es indispensable tener ideales en común, algunos pueden ser: tener hijos o no, vivir en el campo o en la ciudad, comprar casa o primero viajar, terminar los estudios y no trabajar aun o abrir un negocio propio. Estos son solo algunos temas que debes tratar antes de contraer nupcias para evitar sorpresas. Nadie mejor que tú sabe qué deseas para el futuro; ahora piensa y analiza si es compatible con lo que espera tu compañero.
  • 3. El ejercicio de la balanza. Consiste en imaginar una balanza: en un lado colocas las virtudes de tu pareja y en el otro, sus defectos; si la balanza se vuelca hacia el lado de estos últimos, quizás debas pensar más tu respuesta. Si la balanza, por el contrario, indica que hay más virtudes que defectos, excelente; pero aquí no termina el ejercicio, porque debes analizar con detalle cada uno de esos defectos; algunos se pueden soportar, como el hecho de ser muy tímido o poco comunicativo, pero hay otros que pesan más y pueden traer grandes problemas en el matrimonio, tales como adicciones al alcoholismo, a las drogas o a la pornografía; defectos como ser agresivo, vagabundo, grosero con su familia o poseer muchas deudas son aspectos que pesan mucho en la balanza y que debes meditar con especial cuidado antes de dar una respuesta.
  • 4. Observa los valores de la familia. Analiza si los valores de la familia de tu novio son compatibles con los tuyos. Al contraer matrimonio quedas unido también a la familia de tu esposo.
  • 5. Analiza tus posibilidades económicas. Formar una familia implica adquirir una serie de gastos que de soltero no tenías: pagar una casa, alimentación, recibos por servicios públicos, entre otros. Antes de casarte debes analizar si como pareja tienen la capacidad económica suficiente para cubrir dichos gastos. Y no estaría de más hablar acerca sobre cómo manejarán las finanzas.
Quiero aclararte que los puntos mencionados no son una receta, ni el matrimonio es un asunto de conveniencia: es una relación que siempre implica sacrificio, y cada historia es diferente, cada pareja es única y lo que resulta para una puede que no resulte para otra. Sin embargo, no está de más analizarlos, porque es posible que descubras cosas interesantes. Pero, sobre todo, antes de dar el sí, debes estar convencida de que lo amas y de que él te ama. ¡Suerte!
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martes, 26 de noviembre de 2013

¿Por qué un católico no puede pertenecer a la masonería?


Un católico no puede pertenecer a la masonería, ya que sus principios fundamentales están basados en un racionalismo que niega la revelación de un Dios Personal; además, nos encontramos con un indiferentismo religioso, junto a misterios, secretos y esoterismo que se contraponen a lo enseñado y practicado por el Cristianismo en cualquiera de sus tradiciones. Esta negativa la encontramos en las declaraciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Código de Derecho Canónico y numerosas declaraciones de Conferencias Episcopales.
 
1)    Introducción
 
Es sabido que en la antigüedad las relaciones de la masonería con la Iglesia Católica no fueron buenas. Sin embargo, hoy han existido diálogos oficiales. Entre los años 1974 y 1980, por encargo de la Conferencia Episcopal Alemana, se trató de constatar si la masonería ha experimentado cambios, de tal forma que permitan a los católicos pertenecer a este grupo. Las conversaciones se desarrollaron en un clima de cordialidad y con gran franqueza.

En 1981, la Sagrada Congregación para la Fe emitió una Declaración sobre el tema que nos ocupa. Cf. Sagrada Congregación para la Fe, Declaración sobre la pertenencia de los católicos a asociaciones masónicas (17.02.1981). AAS 73 (1981), 240-241. La misma Congregación, se volvió a pronunciar en 1983. Cf. Sagrada Congregación para la Fe,Declaración sobre asociaciones masónicas (26.05.1983). AAS 76 (1984), 300. Este tema, también ha sido preocupación de algunas Conferencias Episcopales, como el caso de la del Paraguay en el 2012.
 
2)    ¿Puede un católico ser masón?
 
Hasta hoy, la respuesta es NO.
 
3)    ¿Cuáles son las razones fundamentales de esta negativa?
 
La Conferencia Episcopal Alemana, después de 6 años de diálogos y estudios, llegó a la conclusión que la masonería no ha cambiado en su esencia y que la pertenencia a la misma cuestiona los fundamentos de la existencia cristiana, debido a que la cosmología o visión del mundo de los masones no es unitaria, sino relativa, subjetiva, y no se puede armonizar con la fe cristiana; el concepto de verdad es, asimismo, relativista, negando la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad, lo cual no es compatible con el concepto católico; también el concepto de religión es relativista y no coincide con la convicción fundamental del cristianismo, el concepto de Dios, simbolizado a través del “Gran Arquitecto del Universo” es de tipo deístico y no hay ningún conocimiento objetivo de Dios en el sentido del concepto personal del Dios del teísmo, y está transido de relativismo, lo cual mina los fundamentos de la concepción de Dios de los católicos. Cf. Conferencia Episcopal Alemana, Declaración sobre la pertenencia de los católicos a la masonería (28.04.1980).
 
Los masones, al intentar mantenerse públicamente indiferentes ante la religión concreta, han defendido los estados y la enseñanza laica o sin religión, con lo cual se termina en la neutralidad. Ciertamente, Dios y la religión no estorban a la persona, sino que le ayudan. Para la masonería, la moral no debe estar ligada a ninguna creencia religiosa ni basarse en pretendidas revelaciones divinas, lo que nos lleva a una moral sin Dios, sin Cristo, y sin Evangelio. Cf. B. Kloppenburg, Sectas en América Latina (Bogotá 1983), 219-223; F. Sampedro, Sectas y otras doctrinas en la actualidad (Bogotá 2001), 268- 277; F. Sampedro – J. Escobar, Las Sectas: Análisis desde América Latina(Bogotá 2003), 610-611.
 
La Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó en 1981 una declaración en la que reiteraba la excomunión para los católicos que participen en la masonería y asociaciones del mismo género. Cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la pertenencia de los católicos a asociaciones masónicas(17.02.1981). AAS 73 (1981), 240-241.
 
Por su parte, el Código de Derecho Canónico, nos dice: “Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia, debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación, ha de ser castigado con entredicho”(CIC, 1374).
 
En 1983, de nuevo la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, se refiere al problema que nos ocupa. En esta declaración se especificaba que no había cambiado el juicio negativo de la Iglesia sobre la masonería y que seguía prohibida la afiliación de los católicos a la misma. Además se explicita que los fieles que pertenezcan a ella se encuentran en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la Eucaristía; y que las autoridades eclesiásticas locales no pueden derogar lo anterior. Cf. Sagrada Congregación para la Fe, Declaración sobre asociaciones masónicas (26.05.1983). ASS 76 (1984), 300.
También es interesante consultar: Lluís Martínez., Las asociaciones de fieles (Barcelona 2012).
 
A modo de conclusión, podemos afirmar, que después de un examen minucioso de las afirmaciones fundamentales y rituales masónicos, como la constatación objetiva de que hasta nuestros días la masonería no ha experimentado cambios significativos, nos lleva a sostener que no es compatible la pertenencia a la Iglesia Católica y al mismo tiempo a la masonería.
 
4) ¿Qué piensan otras iglesias cristianas sobre la masonería?
 
El pensamiento de la Iglesia Católica acerca de la incompatibilidad de las creencias masónicas con la fe cristiana, es compartido por otras Iglesias Cristianas. La opinión del investigador evangélico J. Cabral sobre el tema, es la siguiente:
 
“Analizando la masonería a la luz de las Sagradas Escrituras, se llega a la conclusión que es anticristiana, deísta y racionalista, y que se encuentra perfectamente en el marco de las religiones y sectas falsas”. J. Cabral, Religiones, sectas y herejías (Florida 1995), 85.
 
5) Hemos hablado de la relación entre Masonería y deísmo: ¿qué es el deísmo?
 
Deísmo: Término derivado el latín “Deus” y se aplica al movimiento que rechaza la revelación revelada y acepta una religión natural, es decir, la que se funda en las intuiciones de la persona humana acerca del mundo de la naturaleza y en las deducciones que de ahí se pueden obtener. El deísmo tuvo su origen en Inglaterra a finales del siglo XVII. Se trataba de una reacción frente a las afirmaciones de que el cristianismo era una religión revelada. El deísmo cree en un creador divino, que después no interviene en su creación. Algunos autores representativos, son: J. Locke, M. Tindal, F. Voltaire, J. Rousseau. Cf. S. Brandon, Diccionario de Religiones comparadas (Madrid 1975) vol. I., 481.
 
6) ¿Qué valoración podemos hacer hoy de la Masonería?
 
Básicamente, la masonería es una sociedad secreta con fines filantrópicos y humanitarios, que tiene una filosofía religiosa muy parecida al deísmo inglés de comienzos del siglo XVIII.
 
Desde sus comienzos hasta nuestros días, la masonería ha sufrido muchas divisiones. De hecho, los mismos masones hablan de una masonería “irregular” y de la “regular”; por lo tanto, no existe hoy día un patrón masónico que pueda ser aplicado a todas sus divisiones. Además, las características de la masonería dependerá el país en que se practica.
 
7) ¿Podemos destacar algo positivo de la Masonería?
 
No podemos poner en duda que en la masonería hay objetivos valiosos como la búsqueda de la verdad, el estudio y la práctica de la moral y el trabajo por el bienestar de la humanidad. También son atrayentes para muchos, las ideas de libertad, igualdad fraternidad.
 
Referencias en internet 
www.enciclopediacatolica.com/f/francmasoneria.htm www.es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/
www.eneseñanza.tripol.com/masoneria_fecristiana.htm
 

Con el padre Pro, a Plutarco Elías Calles “le salió el tiro por la culata”


El más célebre mártir de la persecución religiosa en México es, sin lugar a dudas, el sacerdote jesuita Miguel Agustín Pro Juárez, “el padre Pro”; y, en gran medida, su “popularidad” se la debe ­–al menos al principio­– al propio Plutarco Elías Calles. Esto es lo que sostiene el también sacerdote jesuita José Camarena Fregoso, quien fuera vicepostulador de la causa de canonización del padre Pro.

Aquel 23 de noviembre de 1927, el general Roberto Cruz, Inspector General de la Policía, por órdenes del presidente Calles había convocado a un grupo de periodistas y fotógrafos y a varios miembros del Cuerpo Diplomático para que presenciaran el fusilamiento de los hermanos Pro –Miguel, Humberto y Roberto- y de Luis Segura Vilchis, indiciados como los autores del atentado contra el general Álvaro Obregón.

“Por eso se tienen muchas fotografías del padre Pro en el momento crucial de su muerte”, dice el padre Camarena; “estas fotos aparecieron en los diarios de la época y pronto le dieron la vuelta al mundo”, asegura. “Plutarco quiso intimidar a los descontentos por las leyes persecutorias contra la Iglesia, pero ‘le salió el tiro por la culata’, como se dice, porque de ser su peor enemigo se convirtió en su promotor”.

Un pastor valiente, alegre y creativo

El caso del Padre Pro es el mejor documentado de todos aquellos que ofrendaron su vida en congruencia con su fe en Cristo Rey durante el periodo que va de 1926 a 1929. Dice el padre Camarena: “La vida del Padre Miguel Agustín Pro es sin duda una de las más conocidas en el mundo entero. Sus obras pastorales, su carisma y personalidad, sus diversas y creativas formas de burlar a las autoridades anticlericales y, por supuesto, las falsas acusaciones que le valieron su fusilamiento, son sólo algunos de los elementos que han inspirado la vida cristiana de miles de laicos y sacerdotes a lo largo de 80 años”.

Un año después de su ordenación sacerdotal, sucedida en Bélgica el 30 de agosto de 1925, llegó a México, en el momento más agitado del conflicto religioso: cuando los obispos habían deci­dido cerrar los templos y suspender el culto, en protesta por la ley de Calles que obligaba a los sacerdotes a registrarse y les prohibía todo acto de culto exterior, aun en las casas particulares. Ante la injusta prohibición, el padre Pro se dedicó intensamente al ministerio sacerdotal y a ayudar a toda clase de personas; pero su preferencia por la gente pobre del pueblo, a la que daba los alimen­tos y donativos que conseguía, quedó manifiesta a los ojos de todos.

Desde luego su acción no estuvo exenta de dificultades y contratiempos. Uno de ellos fue haber sido encarcelado en la prisión militar de Santiago Tlatelolco, por sospechas de complicidad con el grupo de católicos de la Liga Defensora de la Libertad Religiosa, el que durante un desfile oficial presenciado por el presidente Calles, lanzó al aire globos de papel de los que se desprendían volantes de propaganda religiosa. Al día siguiente quedó en libertad por falta de méritos. Tras esta primera deten­ción, tuvo que ocultarse aún más, pues el incidente recrudeció la persecución callista y también la oposición violenta de los católicos perseguidos.

“No sólo te perdono sino que te doy las gracias”

El 13 de noviembre de 1927 hubo un atentado dinamitero con­tra el reelecto general Obregón –quien salió ileso-, del que también acusaron de complicidad al padre Pro y a sus hermanos. El 18 de ese mismo mes fueron aprehendidos y encarcelados. Al enterarse de esto el ingeniero Luis Segura Vilchis, verdadero autor del atentado, se presentó voluntariamente en la inspección de policía, declarando que los hermanos Pro no habían tenido ninguna participación en el hecho.

Sin embargo no se les puso en libertad. El 22 de noviembre el general Cruz presentó a los detenidos ante un grupo de periodistas, a los que el padre declaró: “Señores, juro ante Dios que soy inocente de lo que me acusan”. Al día siguiente, sin haberle probado delito, ­–más aún, sin haberle hecho el proceso judicial de rigor y ni siquiera haber terminado el acta policiaca­–, Calles ordenó que fuera pasado por las armas, junto con sus hermanos y los culpables del atentado. La ver­dadera intención de Calles, según él mismo declaró en una ocasión, era atemorizar a los demás sacerdotes mexicanos.

Así, el 23 de noviembre de 1927, a las diez de la mañana, un policía gritó el nombre del padre Pro a la puerta de la celda. Miguel Agustín salió, se encontró con un patio lleno de tropa y de invitados como a un espectáculo, una multitud de personas. Miguel Agustín caminó sereno, y tuvo tiempo de oír a uno de sus aprehensores que le decía: “Padre, perdóneme”. ­“No sólo te perdono; te doy las gracias”.

Le preguntaron su última voluntad. “Que me dejen rezar”. Se hincó delante de todos, y con los brazos cruzados estuvo unos momentos en recogimiento. Se levantó, abrió los brazos en cruz, pronunció claramente, sin gritar: “Viva Cristo Rey”, y cayó al suelo, para recibir luego el tiro de gracia. Aquellas palabras que el padre Pro escribió tiempo atrás a su superior Provincial se cumplieron: “¿Mi vida? Pero ¿qué es ella? ¿No sería ganarla si la diera por mis hermanos? Ciertamente es que no hay que darla tontamente, pero ¿para cuándo son los hijos de Loyola, si al primer fogonazo vuelven grupas?... Lo más que me pueden hacer es matarme. Pero eso no será sino el día y la hora que Dios me tiene reservada”.

El pueblo adivinó de inmediato el verdadero motivo de la muerte del padre Pro y no dudó en darle el título de mártir. Así lo reafir­mó la extraordinaria multitud que se reunió para acompañar sus restos al cementerio. Su fama de mártir se expandió no sólo en México sino también en el extranjero.

Gozo irradiante del amor a Cristo

No obstante, a pesar de que el proceso fue iniciado inmediatamente, es decir en 1927, no fue sino hasta el 25 de septiembre 1988 cuando Juan Pablo II declaró beato a Miguel Agustín Pro. El recordado pontífice dijo del mártir mexicano: “Su vida de apóstol sacrificado e intrépido estuvo inspirada siempre por un incansable afán evangelizador.

Ni los sufrimientos, ni las graves enfermedades, ni la agotadora actividad ministerial, ejercida frecuentemente en circunstancias penosas y arriesgadas, pudieron sofocar el gozo irradiante y comunicativo que nacía de su amor a Cristo y que nadie le pudo quitar. En efecto, la raíz más honda de su entrega abnegada fue su amor apasionado a Jesucristo y su ardiente deseo de configurarse con él, incluso en su muerte”.
 
Artículo publicado originalmente por El Observador

sábado, 9 de noviembre de 2013

DOMINGO 32 del Tiempo Ordinario - Ciclo "C"

Un día le preguntaron a Jesús si había matrimonios en el Cielo.  La pregunta parece una broma, pero el Evangelio de hoy (cf. Lc. 20, 27-38)  nos trae ese incidente. 
Sucedió que unos saduceos (grupo religioso de los tiempos de Cristo que no creía en la resurrección de los muertos), tratando de dejar en ridículo al Señor, le pusieron una de esas “trampas”, de las cuales el Maestro se salía con divina sagacidad.
Le presentaron el caso de una mujer (debe haber sido un caso hipotético, pues esta dama supuestamente sobrevivió a ¡siete! hermanos con los cuales se había casado consecutivamente a medida que iba enviudando de cada uno).  La pregunta era que después de morir la viuda, cuando llegara la resurrección “¿de cuál de ellos sería esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?”.   
Jesús les responde con toda paciencia y con mucha claridad:  “En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura -los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos- no se casarán ni podrán ya morir, porque serán semejantes a los Ángeles.  Y serán hijos de Dios, pues El los habrá resucitado”.
De esta amplia respuesta podemos sacar enseñanzas muy importantes sobre nuestra futura resurrección. 
1.      Hay una vida futura.  Sí la hay.  La verdadera Vida comienza después de la muerte.  Esta vida es sólo una preparación para esa otra Vida.  Por eso rezamos en el Credo: “Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro”. 
2.      Todos estamos llamados a esa Vida del mundo futuro, en el que viviremos “resucitados”, en una vida distinta a la del mundo presente.  Pero no todos llegaremos a esa Vida: sólo “los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos”.    La voluntad de Dios es que todos los hombres y mujeres nos salvemos y lleguemos a esa Vida del mundo futuro.  Pero como nos advierte el mismo Jesús sobre el momento de la resurrección de los muertos: “Llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, pero los que obraron mal resucitarán para la condenación” (Jn. 5, 28-29).   Todos resucitaremos, pero unos resucitarán para la Vida y otros para la condenación. 
3.      En el Cielo no habrá matrimonios:“en la vida futura no se casarán”.  Es cierto que estaremos junto con los demás salvados, incluyendo nuestros seres queridos, pero lo importante en el Cielo será vivir en la plenitud de Dios.
4.      Llegaremos a ser inmortales: “no podrán ya morir y serán semejantes a los Ángeles”.  La vida en el mundo futuro no significa que volveremos, a esta vida terrenal.  Resucitar no significa que volveremos a esta vida como Lázaro, el hijo de la viuda de Naím o la hija de Jairo, a quienes Cristo volvió a esta vida, los cuales en algún momento tuvieron que volver a morir.  Tampoco significa que vamos a re-encarnar; es decir, volver a nacer en otro cuerpo que no es el nuestro.  La re-encarnación, además de ser imposible, es un mito negado en la Biblia y herético para los cristianos.  Más bien seremos como los Ángeles, que son bellos, inmortales, refulgentes, etc.  Lo que sucederá cuando resucitemos será ¡una maravilla!,  pues tendrá lugar la reunificación de nuestra alma inmortal con nuestro cuerpo mortal, pero éste glorificado en ese mismo momento ... como el de Cristo después de resucitar, como el de la Santísima Virgen, asunta al Cielo en cuerpo y alma.
5.      Seremos verdaderamente “hijos de Dios, pues El nos habrá resucitado”.   Y ¿es que no somos ya hijos de Dios?  Sí lo somos, pero seremos entonces plenamente hijos de Dios, pues seremos como El, a partir del momento de nuestra resurrección, ya que estaremos purificados totalmente del pecado y de todas sus consecuencias.  A esto se refiere San Juan cuando nos habla de nuestra nueva condición:“Amados: desde ya somos hijos de Dios, aunque no se ha manifestado lo que seremos al fin... seremos semejantes a El, porque lo veremos tal como es”  (1 Jn. 3, 2).
Adicionalmente, para demostrar a los Saduceos que la resurrección es verdad, Jesús utiliza palabras de Moisés, a quien los Saduceos sí aceptaban.  Le dice así: “Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob.  Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para El todos viven”. 
En la Segunda Lectura (2 Tes. 2, 16-3, 5) queda implícita nuestra futura resurrección: “Dios nos ha amado y nos ha dado gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza... esperen pacientemente la venida de Cristo”. 
Importante notar que la firme esperanza de nuestra resurrección es gratuita, no la merecemos, es un regalo de Dios.  Para eso nos creó, para gozar de esa felicidad eterna para siempre con El y en El. 
La creencia en la resurrección es muy antigua.  En efecto, en la Primera Lectura del Libro 2 de los Macabeos (2Mac. 7, 1-2 y 9-14)  vemos como aquellos hermanos que estaban siendo torturados, descuartizados y muertos delante de su madre, se sentían consolados y fortalecidos en la seguridad de su futura resurrección, diciendo:  “Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará”.
Este pasaje impresionante, nos muestra una cosa importante para efectos de comprender la resurrección.  ¿Qué sucede con los cuerpos que han sido mutilados o que han desaparecido volatilizados en gases o que han sido consumidos por un animal?  Lo responde uno de los hermanos: “De Dios recibí estos miembros  y de El espero recobrarlos”.
Así será la resurrección:  recuperaremos todos los miembros perdidos de nuestro cuerpo... pero con la ventaja que ya no será un cuerpo decadente, mortal, que se enferma y se envejece, como el que ahora tenemos, sino que será un “cuerpo espiritual”.  Como dice el Evangelio:  ya los seres humanos no nos casaremos, ni moriremos, sino que seremos como los Ángeles, pues Dios nos habrá resucitado.
También queda expuesto desde este libro del Antiguo Testamento lo que San Juan nos dice posteriormente: unos resucitarán para la Vida y otros no: “El Rey del universo nos resucitará a una Vida Eterna ... Tú, en cambio, no resucitarás para la vida”. 
Otro asunto importante es cómo van a ser nuestros cuerpos resucitados.  ¿Por qué importa esto?  Parece trivial esta consideración, pero como tanta gente anda tan encantada con el mito de la re-encarnación, es bueno afianzar nuestra fe y nuestra esperanza al considerar la ¡maravilla! que será nuestra resurrección y la mentira que es la re-encarnación.  Ver “Pregunta de la Semana”:¿Cómo seremos al resucitar?
Otro asunto a considerar es ¿cuándo será nuestra resurrección?  Hay gente que cree que es enseguida de la muerte.  Y no es así.  Al morir nuestra alma se separa de nuestro cuerpo.  El alma va al Cielo, al Infierno o al Purgatorio, según sea su estado.  En el momento de la resurrección se reunifica con el cuerpo.  Y ese momento será, entonces, en el “último día”; “al fin del mundo”, cuando vuelva Cristo en su Segunda Venida: “Cuando se dé la señal por la voz del Arcángel, el propio Señor bajará del Cielo, al son de la trompeta divina.  Los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar” (1 Tes. 4, 16).
Es el momento que aguardamos, el de nuestra resurrección, el cual cantamos en elSalmo 16: “Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro”.   Que así sea.  

Fuente: homilia.org

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